Las barrancas del poniente de la CDMX padecían entonces, y siguen padeciendo, del oportunismo de las administraciones locales, que encuentran en sus problemas ambientales acceso a recursos extraordinarios para saneamiento y para evitar la ocupación de zonas de alto riesgo por inundación y deslaves.

Generar planes de manejo ambiental integral que aprovechara las descargas de aguas residuales como fertilizante y habilitara toda su superficie como zona de captación para la recarga del acuífero, involucrando a los vecinos del cauce en su cuidado.

Elaboramos 33 planes de manejo, de los cuales 16 fueron publicados en el periódico oficial de la CDMX. Este proyecto tuvo el potencial de haber sido el proyecto emblema de Marcelo Ebrard cuando fue jefe de gobierno, sin embargo, como la mayoría de los temas ambientales fue relegado a un quinto plano y superpuesto por la supervía poniente la cual conecto al sur de la ciudad con el centro financiero de Santa Fe.